Los mercados continuan cayendo este principio de año y continua la incertidumbre de lo que pasará en el 2016. La FED declaró que por el momento no subirá las tasas de interés, así que muchos apuestan por el rebote y otros dicen que sigue la bajada, cualquiera que sea tu postura recuerda manejar el riesgo siempre, he aquí por qué
Este es un blog largo sobre todo por la historia del final, pero espero que tengas la paciencia de terminarlo por que enseña una lección primordial para la supervivencia de un Trader o cualquier negocio que implique riesgos
No, no se trata de la película de Natalie Portman si no algo que puede llegar a ser más oscuro y devastador en la carrera de un Trader o Inversionista (bueno de hecho también para cualquier empresa o persona en particular en situaciones inesperadas)
La historia del cisne negro viene como una metáfora que utiliza el famoso autor Nassim Taleb en el libro del mismo nombre para referirse a un evento que puede considerarse poco probable pero devastador. He leido tantas versiones que les doy la que me viene más facilmente a la memoria. A finales del siglo XIX cuando el tema de la evolución era un tópico de moda muchos de los científicos de Europa y América clamaban que la especie del Cisne solo estaba constituida por ejemplares de color blanco. ¿Cómo llegaron a esta conclusión? Pues bajo una premisa muy simple pero equivocada (que muchos de nosotros igualmente damos por cierta en otros eventos), hemos observado miles de Cisnes blancos y podemos afirmar sin temor a equivocarnos que no existe el Cisne Negro por que nunca se ha observado uno de estos.
Esta premisa tan equivocada que lleva a Traders e Inversionistas a pensar de manera similar, el Indice «nunca se ha corregido más de X%» en un día. La acción «XYZ» nunca ha bajado del nivel de soporte «N». La empresa «ABC» nunca podrá quebrar ya que tiene el producto «Z» que todos aman y nunca dejarán de comprar. Todas estas son las afirmaciones que hacemos con gran elocuencia ante eventos que «nunca» han ocurrido y por tanto damos por hecho que «nunca» pasarán.
Cual sería la sorpresa de los científicos cuando al viajar algunos de ellos a Australia (según la versión de historia que recuerdo) se topan con nada mas ni menos que el evento imposible: Cisnes Negros . Las teorías tuvieron que ser re-escritas, lo peligroso del Cisne Negro es que solo se necesita solamente un Cisne Negro -a pesar de los millones de Cisnes Blancos que hayamos observado- para comprobar su existencia. De aquí un principio extremadamente importante, NO PODEMOS NEGAR LA EXISTENCIA DE ALGO por la ausencia de la observación de este algo. En otras palabras, muchos eventos y escenarios que parecen imposibles, PUEDEN llegar a suceder. Ejemplos claros de esto son caídas de bolsas como la del 1929, 2007 o bien las Guerras Mundiales que una vez ocurridas parecen obvias pero nunca lo son antes.
La historia de Carlos el mago de los mercados emergentes
Nada mejor que una historia de otro clasico de Nassim Taleb (¿Existe la suerte?) para entender el impacto del Cisne Negro, el nos habla de Carlos, el era un individuo viviendo en Nueva York algo tímido pero elegante, en las fiestas sin embargo se notaba su dificultad para artícular frases con fluencia en Inglés dado su origen Latinoamericano y recien llegado a Estados Unidos, simplemente le costaba adaptarse al nuevo lenguaje. Su trabajo, encargarse de promover bonos de países emergentes, que como sabemos es un eufemismo para referirse a países no muy desarrollados. Estos instrumentos eran emitidos por los gobiernos de Rusia, México, Brasil, Argentina y Turquía. Los valores se comerciaban por centavos de dolar cuando estos gobiernos no iban muy bien. Repentinamente los inversionistas se apresuraron a comprar estos intrumentos exóticos en los años cercanos a 1990. Después de todo estos países estaban comenzando a construir hoteles donde sistemas de cable de TV proporcionaban noticias con canales Norte Americanos y pantallas planas de grandes dimensiones, incluian gimnasios con caminadoras y televisores que los hacia pertenecer a las grandes cadenas. Los Banqueros invertirían en bonos de esos países para que pudieran construir más hoteles y más inversionistas visitaran estos países.
En algún momento estos bonos se pusieron de moda y fueron de centavos a dólares, aquellos que conocían apenas lo mínimo acerca de estos acumularon vastas fortunas. Carlos que pertenecia a una familia Latinoamericana y quien egreso de Harvard era un buen estudiante pero no podía encontrar buen tema de tésis y finalmente terminó en una carrera en Wall Street. El naciente buró de mercados emergentes lo contrató en 1992. Carlos tenía los ingredientes adecuados para el éxito: sabía donde se encontraban en el mapa los países que emitían bonos relucientes que se denominaban «instrumentos de deuda emitidos por países menos desarrollados» y sabía lo que era el producto interno bruto. Tenía una apariencia seria de cerebrito y con buena plática a pesar de su fuerte acento de español. Era la clase de persona con la que el banco se sentia cómodo dejándole sus clientes ¡Que contraste con otros Traders que carecían de mejor presencia!
Carlos llegó ahi en el momento correcto para ver las cosas ocurrir en el mercado. Cuando se unió al banco, el mercado de instrumentos de deuda de mercados emergentes era pequeño y tenia muy pocos Traders y estaba ubicado en los pisos menos deseables del edificio. Pero la actividad pronto se tornó grande, creciente y gran parte de las ganancias del banco. Carlos se esforzó como un Trader-Economista. Tenía una red de conocidos en países Latinoamericanos y sabía exactamente lo que pasaba ahí. Compraba bonos que le parecian atractivos por que pagaban buena tasa de interés o pensaba que tendrían más demanda en el futuro. Era quizá equivocado llamarlo un Trader. Un Trader compra y vende. Carlos solamente compraba -y compraba en grande. El creía que pagaba buena prima de riesgo por que había valor economico en prestar dinero a estos países. En el banco Carlos era la referencia para mercados emergentes, por lo general tenía almuerzos amenudo con el director general. En su opinion Trading era solo saber de economía, nada más. Había funcionado tan bien para el. Obtuvo promoción tras promoción tras promoción, hasta que se convirtio en la cabeza del buró de Traders de mercados emergentes.
La razón por la que Carlos tuvo tan buenos años no solo fué por que compró bonos de mercados emergentes y su valor subió, la razón fue por que también compraba «bajadas». Acumulaba cuando los precios tenian momentos de pánico. Uno de sus mejores años fué cuando agrego más a su posición en la bajada de 1997 la cual fué una falsa caída del mercado de valores. Superar estos pequeños reveses lo hicieron sentir invencible, por ejemplo el tomó una de estas caídas que fué la devaluación del peso mexicano en 1995 seguido después por una gran subida. El calificaba bajadas ocasionales como excelentes oportunidades de compra
Fue el verano de 1998 el que destruyo a Carlos, esa última bajada no se convirtió en una subida. Su trayectoria hasta ese momento solo generó un mal trimestre, pero realmente malo, él había generado de manera acumulativa $80 millones en los años previos. Pero el perdió $300 millones en un trimestre ¿Qué pasó? Un contacto cercano le informó que esto solo se trataba de un fondo que liquidó su inventario excesivo y entre estos bonos de Rusia.
Cuando el mercado comenzó a caerse, Carlos comenzó también a acumular mas bonos Rusos, este era el único truco de Carlos, promediar a la baja (comprar una cantidad mayor de valores cuando el precio bajaba), el problema dijo, no tiene que ver con Rusia sino con el fondo que liquidó el inventario, lean mis labios -decía- liquidación. Para el final de Junio sus ganancias habian bajado de $60 millones a $20 millones, esto lo enfadó, pero calculó que el mercado debería recuperarse al precio anterior a la liquidación del otro fondo y estaría entonces en $100 millones, es inevitable que pase. Estos bonos no se pueden comerciar mas bajo, estaba arriesgando tan poco por hacer tanto más.
Llego Julio y el mercado bajo un poco más. Ahora sus posiciones estaban en 30 millones. Sus jefes comenzaban a ponerse nerviosos pero Carlos insistia que después de todo Rusia no podia desaparecer, repetía el cliché «Demasiado grande para fallar». Este es momento de comprar no de vender. Donde obtuvo sus ideas, pues de economistas que aseguraban que esto no podía ocurrir. Carlos puso la mitad de su fortuna $5 millones en los bonos principales de Rusia. Voy a cobrar esas ganancias le dijo al Broker que ejecutó ese Trade.
El mercado continuo bajando en Agosto y no hizo nada en absoluto, sentia que el precio en la pantalla era irrelevante en su negocio de «comprar valor». Señales de fatiga de batalla comenzaron a aparecer en su comportamiento. Carlos se volvió nervioso y perdia la compostura. Gritaba: ¡Los Stop-Loss (limites de pérdidas) son para miedosos! ¡No voy a comprar caro y vender barato! Carlos aprendio a refutar a Traders cuando tuvo buenos resultados en 1997 de este argumento. ¡Aquellos que inviertan en estos mercados lograrán maravillosas ganancias!
Para finales de Agosto los bonos de Rusia bajaron aún más, el valor de lo invertido por Carlos se redujo a la mitad. Igualmente el de su jefe. El presidente del Banco finalmente fue re-ubicado a una «nueva posición» creada para él. Miembros del consejo directivo no entendian por que el Banco tenía tanta exposición a un gobierno que no les pagaba a sus propios empleados -la mayoría soldados. Quiza los economistas en sus predicciones fueron engañados, pero el precio de los Bonos no lo fué.
Finalmente Louie un trader veterano vecino de escritorio que había sufrido mucha humillación de esos Ricos-Traders de mercados emergentes fue revindicado, Louie tenía entonces 52 años nacido en Brooklin y criado como un Trader el cual sobrevivió mas de tres décadas en cada ciclo imaginable de los mercados. Tranquilamente observo como Carlos era escoltado por un guardia de seguridad hacia la puerta como si fuera un soldado capturado llevado a la celda. Louie murmuró ¿Economía? Todo es solamente la dinámica del mercado
¿Estas dispuesto a ser el siguiente Carlos al olvidarte de protegerte del siguiente Cisne Negro? Ojalá aprendamos de esta historia por que solo se requiere un gran Cisne Negro en nuestra vida para que nuestra carrera termine para siempre
¡Que tengas buen Trading!
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